viernes, 29 de abril de 2011

Al fin y al cabo solo es eso, vivir.

Cuando cerré esa puerta no pensé que mi vida cambiaría tanto. Incluso al tener un solo pie fuera de esas cuatro paredes ya podía respirar otro tipo de aire. A veces necesitas dejar atrás una vida, una vida llena de recuerdos, de promesas, de amor, de confianza para emprender otra mejor. A veces es necesario llenar los pulmones de aire, contar hasta diez y ver que eres capaz, capaz de dejar una pequeña o gran parte de tu vida para seguir adelante. Siempre llegan cosas mejores. Cuando una puerta se cierra, muchas ventanas se abren, digo ventanas porque aunque sean más pequeñas que las puertas siempre son más gratificantes. Son esas pequeñeces que nos hacen feliz día a día. No voy a negar que al principio me sentía rara, extraña. Pero realmente me agradaba sentirme así, era una rarez dulce, alegre, diferente. Sentía que dejaba atrás una página más de mi vida, bueno, quizá un capítulo entero. Pero era en ese momento cuando me tenía que disponer a tirar la pluma vieja y coger otra de nueva, tenía que empezar a volver a escribir otra página más de mi vida, pero sin desahacerme de ese capítulo anterior, al fin y al cabo aprendí de todo eso y aprendí a extraer una a una las cosas positivas y ten por seguro que las encontré. 
Es ahora, cuando al fin, sé quien soy y sé donde quiero dirigirme el resto de mi vida

Sonreír es el mejor regalo del ser humano

Es asombroso ver como una simple sonrisa sincera puede cambiar tanto el rostro de una persona. Pero sobre todo, lo que puede transmitir y llenar a otra persona.
Desaprovechar los momentos es desaprovechar la vida.
Solo son sentimientos



Afecto. Cariño. Ternura. Emoción. Alegría. Sentimientos. Amor. Entrega. Pasión. Placer. Locura. 
Tensión emocional.Inseguridad. Impotencia. Preocupación. Miedo. Tristeza. Sufrimiento. Nostalgia.



viernes, 8 de abril de 2011


El tiempo no pasa en vano y menos para los sentimientos. Lo nuestro se perdió en el abismo del pasado y ni máquinas del tiempo ni arrepentimientos sirven para volver a lo que eramos. Solo somos cenizas de un amor perdido y como bien sabes las cenizas se esparcen, vuelan, se separan y nunca más vuelven a la misma hoguera... 






Una ducha caliente en invierno, estar cinco minutos en la cama después de que suene el despertador, una caricia, leer un buen libro, soñar despierta, comer con las manos, una buena conversación, contemplar una puesta de sol, ver una buena película, el primer helado de verano, cruzar miradas con una persona, el ruido de las olas al chocar con las rocas, escuchar música, un buen pica-pica en una terraza, la presencia de una persona, probar una buena comida, un beso, reír hasta llorar, andar descalzo, una ducha fría en verano, taparse con muchas mantas en pleno invierno, sumergir los pies en la playa antes de meter todo el cuerpo, inventar formas con las nubes, pasear por la playa o por la montaña, el olor de la persona que quieres, chuparte los dedos cuando has comido algo con las manos, mojarse cuando está lloviendo, un abrazo sin pedirlo, la compañía de un animal, las carcajadas de un bebé, enterrar los pies en la orilla de la playa, mirar fotos y trasladarse aquel momento, una sonrisa, despertarse a media noche y ver que aún queda mucho para que suene el despertador, explotar burbujitas de aire que tienen algunos plásticos, el lado frío de la almohada, la respiración de una persona, contemplar las estrellas, rebañar el bote de nocilla con el dedo, el sol de invierno, cantar a pleno pulmón cuando nadie te escucha, tumbarte en el césped, escribir lo que sientes, un beso esquimal, el olor de la tierra o hierba mojada...


jueves, 7 de abril de 2011

Eran las siete de la mañana cuando no podía dormir más. 
Esa noche había salido. Había bebido. Había tonteado con uno de los tantos desconocidos que conoces una noche de fiesta. Necesitaba amor y lo encontró. Rápidamente fueron al piso de ella. Rápidamente entre orgamos llegó el placer. Ni siquiera sabía su nombre. Se despertó de la cama y se encendió un cigarillo. Él ya no estaba. Estaba lloviendo. Le dolía la cabeza. Resaca de la noche. El cigarro se consumía y a su vez, ella. Más que amor, sexo. Estaba sola. Tristeza por esa realidad. Realidad que era una rutina. 

miércoles, 6 de abril de 2011

Si arriesgas puedes ganar o perder. Si no arriesgas estás perdido!



Quería arriesgarme un poco más, pensaba que resistiría pero no aguantó tanta presión... se escapó el aire por todos lados y se quedó en lo que era: un insignificante globo. Si quería volver a intentarlo me bastaba con tapar los agujeros por donde se escapaba el aire. Era inútil siempre se acababa escapando. Lo mejor era volver a empezar, comprar otro globo, llenar los pulmones de aire y inflarlo...

Quizá esta vez...